Sho no estaba nada convencido con mi historia, él nos había estado observando desde hacía mucho tiempo, parecía que nos hubiera leído la mente a ambos cada vez que nos miraba, sabía nuestras preocupaciones y miedos, nos conocía casi por completo.
“Nino” nos habíamos quedado solos “realmente creo que deberías pensar en todo lo que has hecho, no sé porque le has estado ignorando, si he visto su evolución durante este mes y nunca lo había visto tan mal, ha sufrido algo indescriptible y sabes perfectamente de quién es la culpa, ¿verdad?”
tenía razón... ¿qué había hecho?
“yo... quiero verle Sho-chan”
“claro. Ve pero esta durmiendo, necesita mucho descanso y otra cosa su estado es bastante... vamos que ya no parece él mismo”
Me levanté despacio y fui a su cuarto, cuando le vi entendí la palabras de Sho, estaba demacrado y había perdido unos cuantos kilos, pero a pesar de todo dormía plácidamente. Me senté a su lado para velar su sueño, saqué la carta para ver si leyéndola otra vez veía algo no había visto antes en ella, pero para cuando intenté pensar en algo ya me había dormido. Había pocas cosas en mi mundo que me relajaran, pero estar sentado al lado de Oh-chan era la cosa que más me relajaba en el mundo, siempre lo había sido y yo siempre había cerrado los ojos a mi propia realidad pero es que yo... nunca había pensado en enamorarme, estaba concentrado en mi trabajo, todos mis días estaban planeados, en mi agenda tenía puesto todo lo que tenía que hacer cada día y el tiempo libre lo pasaba jugando con mis videojuegos, no había nada que me preocupara, nada que me acelerada el corazón, nada que hiciera que me jugara la vida por él, pero algo... apareció. Ahora estoy soñando mientras espero que despiertes, velo tu sueño mientras espero que te levantes de esta cama de hospital, sigo arrepintiéndome de todo lo que he hecho hasta hoy, de todo lo que te ha llevado a esto, por eso se que es mi culpa que estés ahí y que no tengo derecho a pedirte que abras los ojos para mi ni que a que me perdones después, pero a pesar de ello quiero que despiertes, quiero volver a ver esos ojos iluminarse, quiero tantas cosas... neee Oh-chan, ¿qué significa esta carta?¿Cómo continúa? Oh-chan ahora mismo solo hay una cosa que tengo realmente clara y que quiero decirte, que por fin la escuches y dejemos de sufrir, te quiero Oh-chan. ¿Me podrás perdonar algún día por mi forma tan egoísta de quererte?
Me desperté al rato y seguía allí en aquella habitación de hospital, cerré mis ojos de nuevo, no quería despertar, no quería que nadie me arrebatara mi pequeña felicidad, de repente noté que Ohno despertaba y se movía en la cama, preferí seguir haciéndome el dormido para que no pudiera echarme de la habitación.
“Nino, ¿estas despierto?” le oí susurrar “Neee, Nino” pero yo no despertaba, de repente noté su mano en mi cara, estaba acariciándo suavemente mi mejilla como si estuviera protegiendo algo frágil y delicado que atesoraba demasiado. Empecé a abrir lo ojos como si me hubiera despertado el delicado tacto de sus dedos.
“Oh-chan, menos mal que has despertado...” Algo en su mirada hizo que me callara, había una luz que no me gustaba en ella...
“No Nino” “Ehh?” “Ya está bien, no puedo seguir haciendo esto” dijo mientras miraba tristemente su puño izquierdo.
“Oh-chan yo quería decirte que..”
“Nino de verdad, ya basta” me interrumpió “no quiero que algo así vuelva a suceder, no quiero volver a perder mi voz, lo único que tengo, lo único que me libra de mi soledad”
“Pero no estas solo, yo estoy contigo”
“¿Qué estas conmigo? ¿crees que puedes ignorarme durante un mes de esta manera y volver al día siguiente diciéndome que no estoy solo? ¿crees que tienes derecho? ¿crees que..? No importa, ya no me importa, no puedo más”
“Si me escucharas, tengo una explicación...”
“Ahora solo quiero que te vayas, por favor vete”
“Oh-chan escúchame por favor” Las lágrimas empezaron a vislumbrar en sus ojos, parecía que lo que iba a decir le dolía más que nada, yo sabía lo que me iba a decir, me lo merecía, me lo había ganado a pulso pero a pesar de eso no quería escucharlo.
“Márchate Nino” Dijo con voz queda “Vete, no quiero verte ahora, por favor” suplicó “...me hace daño verte”
Bajé la mirada intentando ocultar mis lágrimas, salí despacio del cuarto y no me di cuenta de lo fuerte que Ohno apretaba su puño izquierdo cerca de su pecho, como si lo que tuviera dentro de su mano le infligiera sufrimiento. Caminé por el pasillo y levanté la cabeza mientras las lágrimas dejaban surcos en mi cara como pidiendo una explicación al cielo sobre qué debía hacer.
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Bueno como podeis ver he decidio continuarla y ya hasta el final, al fin y al cabo tampoco tiene muchos capítulos, asi que ya la termino, queria dar las gracias a todos los que habeis apoyado la historia y que sepais que la continuación de ella va para todos vosotros!!
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